Nuestro viaje de novios a Vietnam

Una explosión de sensaciones de colores y sabores. Eso es lo que siente el viajero al pisar por primera vez Vietnam. Sensaciones numerosas, estridentes, envolventes y placenteras ¿Y cómo no? Es un país maravillosamente particular. Hanoi, la capital que conserva aún ciertos aires franceses de la época cuando la península de Indochina estaba en manos de buena parte de Europa. Ya es sabido: está plagada de motos y más motos.

Pero no sorprende tanto la cantidad de motos como la habilidad de los vietnamitas para conducir sin semáforos, sin reglas y en total anarquía aunque eso si, en perfecta concordia.Los vietnamitas son personas muy amables y serviciales, se trata de un país seguro (en general). El trafico es una locura, ya lo hemos comentado pero al contrario que aquí, nadie se altera y no se insultan tocando insistentemente la bocina,a pesar de lo caótico que resulta el circular por cualquier calle.

La ciudad de Hanoi asombra al visitante.No es para menos, con sus más de mil años de antigüedad (los que tiene esta ciudad). Está repleta de tradiciones. El barrio antiguo es maravilloso, casi mágico y uno se siente transportado a otra época, barrio millenario y a veces un poco aterrador.Por momentos es retador y nos desafía a emprender la aventura del conocimiento.Compuesto por estrechas casas añejas, comercios, restaurantes y cafés. Muy famoso en esta zona es Dong Xuan, erigido por los franceses en 1889. Es el mercado cubierto más grande de Hanoi y el más concurrido por sus habitantes Es alucinante la cantidad de vendedores ambulantes de comida que llenan las aceras del barrio antiguo con pequeñas cocinas de carbón vegetal y diminutos taburetes para comodidad del comensal.Por la noche esas aceras se transforman en pubs al aire libre, ocasión y lugar se confabulan para poder disfrutar de la celebre “bia hoi”, la cerveza artesanal del país que es indudablemente símbolo de Hanoi. También en cada esquina se pueden encontrar puestos de “pho” (especie de sopa de tallarines de arroz y diversos cortes de carne) Un poco picante eso si,a los vietnamitas les encanta.Toman su “pho” a toda hora.Pasear, comprar o comer en los callejones del barrio antiguo es vibrar al ritmo de la vida característica del sudeste asiático. Estos callejones son muy estrechos y casi siempre están congestionados por el ir y venir de turistas curiosos y ávidos por «empaparse» en la cultura milenaria de esta ciudad.Simplemente el cruzar de una esquina a otra es un arte,por el bullicio del gentío y por las miles de motos que circulan.

Hay que recorrer el barrio antiguo tranquilamente y sin prisas, explorar, disfrutar, sentir, palpar el laberinto de calles es parte fundamental de la experiencia de este viaje. Todas las ciudades de este país están muy limpias y al occidental nos sorprende este dato.

Cerca del barrio antiguo está Hoan Kiem. Una caminata por los alrededores de este lago es obligada. Transmite serenidad. Se escapa del bullicio. Allí cada mañana la tercera edad se sacia con los movimientos lentos y fluidos del tai chi. Tiene un puente de madera de un precioso color rojo que lleva a un islote en el medio del lago donde se levanta una pagoda. Lo más curioso de allí: los locales queman dólares (falsos, por supuesto) en ofrenda a los dioses que idolatran. Dicen que esta práctica trae buena suerte. Vietnam es un país mayoritariamente budista. También los fieles dejan frente a las omnipresentes deidades, toda clase de frutas, botellas de vinos, galletas, cigarros, latas de Coca Cola, dongs (que es la moneda vietnamita). Todo rodeado del penetrante aroma del incienso. Hay mucho misticismo y arraigo a la superstición.Vietnam da para todo. Es un país que atrae, que fascina ,interesante de Norte a Sur hasta más no poder.No hay que perderse sus singularescultivos de arroz, sus templos, las demás ciudades del recorrido,envueltas en las brumas del misticismo mágico y milenario.Los multiples lugares a visitar en este viaje que te transportaran por un segundo a otros tiempos inmemorable.Realmente un destino a no perderse.

Un buen consejo: Visita Vietnam